Si tienes unos días libres, alquilar un coche y lanzarte a la carretera es la mejor forma de descubrir los pueblos bonitos de Valencia, tanto los del interior como los costeros.
Cuando llega el otoño y el invierno, Mallorca se transforma en un destino tranquilo, auténtico y lleno de experiencias únicas. Viajar en esta época significa disfrutar sin aglomeraciones, con temperaturas suaves y la libertad.
Imposible elegir solo uno. Cada visitante tiene su favorito: para unos es Fornalutx, para otros, Valldemossa o Santanyí, -o Deià aunque no está en esta lista-. Lo importante es tener la libertad de explorarlos a tu ritmo.